
Como veíamos ayer, la saga Crepúsculo ha sido un éxito comercial absoluto. Pero, ¿qué podemos decir de sus resultados artísticos? Antes de nada tengo que aclarar que no me he leído ninguna de las novelas en que están basadas las películas. La primera entrega, Crepúsculo, había despertado mi curiosidad por la temática vampírica, pero pronto empezarón a torcerse las cosas. Me enteré de que una de las partes de más peso en la historia era la relación sentimental entre los dos protagonistas...y no tengo nada contra las películas románticas bien realizadas y con gusto...pero Crepúsculo se me hizo una de las películas más sosas e insipidas que había sufrido en mucho tiempo. El áctor principal, el galán de la historia, tenía un rostro inexpresivo, y todavía me estoy preguntando dónde encuentran su atractivo las jovenzuelas (y no tan jovenzuelas)...¿quizás es ese aire al primo feo de James Dean?...Sus dotes interpretativas y las de su amada (parece que la relación de los actores ha ido más allá de la ficción) brillaban por su ausencia. Ésto, sumado a la escasas y poco efectivas escenas de acción del film hicieron que mi aburrimiento llegara a límites que me parecían imposibles. En resumen, los actores patéticos, la historia con poco gancho y el ritmo de la película imposible de digerir. Le doy un 2.
Supongo que alguno...o más bien alguna de las lectoras de este blog estarán echando espuma por la boca después de haber leído mi poco amable crítica. Espero dos cosas de ellas (o ellos). La primera, que defiendan espada en mano la película. La segunda que alguien nos haga una introducción a estas películas y las compare con las novelas si se las ha leído.
El guante está echado, a ver quién lo recoge.