sábado, 18 de septiembre de 2010

El aprendiz de brujo



Recuerdo con cariño aquella popular escena de la película Fantasía (1940) en la cual el bueno de Mickey Mouse, un aprendiz de mago se las veía y se las deseaba para conseguir poner orden en un buen montón de fregonas, cubos y escobas que limpiaban sin control después de que el ratón hubiera puesto en marcha un conjuro para limpiar el castillo donde se entrenaba como mago. El agua de los grifos se desparramaba por todos los rincones y Mickey se estaba volviendo loco intentando detener el hechizo.

A raíz de esa breve y divertida historieta animada, se desarrolló la presente película de Jon Turteltaub que narra las aventuras de una serie de magos que se han enfrentado desde el comienzo de los tiempos. Unos por mantener el equilibrio y un mundo de Justicia, y otros por conseguir el control y la esclavitud de la humanidad. En esa guerra entre el Bien y el Mal se verá envuelto un joven muchacho neoyorquino (Jay Baruchel), que de un día para otro verá como su vida da un vuelco viéndose obligado a aprender a manejar los poderes con los que ha nacido. Para ello se pondrá en manos de un legendario y poderoso brujo interpretado por Nicolas Cage que le enseñará el arte del uso de la magia.


Es una película entretenida, con un argumento bastante simplón, pero que apoyada en unos efectos especiales elegantes nos hace pasar un rato agradable mientras engullimos nuestras palomitas. La historia, como digo, no es nada especial y los actores tampoco nos dejan la mejor interpretación de su vida (ni mucho menos). Además de Cage, cuenta con la presencia de dos secundarios de lujo; Monica Bellucci y Alfred Molina. Podríamos definirla como la "típica película Disney" con el habitual final feliz y abierto a una posible continuación. Tal vez lo que la audiencia en edad adulta echa más de menos en estas producciones de género fantástico es un corte más oscuro o maduro que no sólo satisfaga a los más pequeños de la casa. Siempre me vienen a la cabeza en estos casos las producciones de Pixar, en las cuales tenemos una magnífica película para los "peques" pero además una historia entrañable e inolvidable para los "mayores". El cine adulto de género (demos gracias al Señor) no siempre se mide por los litros de sangre derramada.
Nota: 6


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