Sin duda Predator (1987) fue una gran película de ciencia ficción hecha a la medida de un actor como Arnold Schwarzenegger, en la cual no había mucho diálogo y el actor podía dar rienda suelta al lucimiento de su brutal musculatura. Hay que reconocer que el guión no era su punto fuerte, más bien era lo de menos. Lo que atrajo a las masas a ver este largometraje de John McTiernan y que posteriormente le permitió rodar una de las mejores películas de acción (La Jungla de Cristal) fue la sensación de acoso de un grupo de hombres aparentemente invencibles y armados hasta los dientes, en un entorno hostil y con una naturaleza embriagadora y terriblemente bella.
Tras este largometraje vino una secuela mucho más floja Predator 2 (1990) y ambientada en un paisaje mucho menos verde (la ciudad de Nueva York). Tras ella, y más de una decada después comenzo una saga que ya ha dado dos retoños; Alien vs Predator y cuyos resultados artísticos nos han dado pocas alegrías a los fans de la primera película. Tan sólo obtuve cierto disfrute con la segunda de ellas, pero ambas tienen un fétido olor a "fast food" que no las hace merecedoras de un mínimo respeto.
La nueva versión, que no pretende ser un remake sino una continuación de la película de 1987, sitúa a un grupo de varios hombres y una sola mujer que aparentemente han sido abducidos de la Tierra para ser enviados a un planeta salvaje (y de nuevo volvemos al verde de la clorofila) en el cual serán la presa con la que los Predators practicarán sus habilidades cinegéticas. Los actores están simplemente correctos, el guión vuelve a ser flojillo, pero el resultado final deja mejor sabor de boca que las anteriores. A ello ayuda una magnífica labor de fotografía y de diseño artístico que nos endulza la vista con algunas hermosas panorámicas. Tampoco echemos cohetes al vuelo, no hay nada especialmente original o sorprendente en la nueva adaptación de Nimród Antal, vuelve a retomar una idea practicamente calcada a la del original y la cubre con una pintura algo más actual. Particularmente pensé que el director aprovecharía para mostrarnos algo más de la cultura de los Predators, aprovechando que nos había llevado a uno de sus planetas. Los cómics le habrían servido como fuente de inspiración para sumergirnos un poco en las costumbres de esta raza de seres cazadores, en su jerarquía social, etc. Al final volvió a repetirse simplemente la historia del gato y el ratón.
Nota: 6,5