Kick-ass

El cine de superheroes sigue dando frutos año tras año desde que Blade en 1998 y X-Men en 2000 pusieran de moda un subgénero que nunca había terminado de alzar el vuelo y que hasta entonces iba dejándose ver de vez en cuando en sagas como la de Superman (en los años ochenta) o Batman (en los noventa) junto con películas de bajo presupuesto de personajes menos conocidos como El Castigador o Hulk.

Estos diez años han dado mucho de sí. Para lo bueno y para lo malo. Dentro del subgénero han aparecido películas que han parodiado a los personajes, otras que han intentado ser lo más fieles posible a su origen comiquero, otras sin embargo han distorsionado tanto la historia original que apenas nos han dejado vislumbrar en algún momento su origen en el noveno arte. ¿En qué lugar situaría yo a Kick-ass? No he leído el comic, pero los críticos hablan bastante bien de él. Parece ser que la película en general ha sido bastante fiel al personaje de Mark Millar (guionista del cómic). Se trata de un chico normal y corriente, con gran afición a las historietas, y que decide convertirse en un superheroe. El problema es que no dispone de poderes extraordinarios, ni de una fortuna, ni de un entrenamiento de elite que le faciliten su conversión a héroe enmascarado. Ésta situación le va a hacer pasarlas "canutas" cuando se lance a la palestra a luchar contra delincuentes y villanos.

Kick-ass me sorprendió muy positivamente por varios aspectos: sus personajes me encantaron, especialmente el de Hit-Girl, la niña que ha sido entrenada desde que era casi un bebe para luchar contra el crimen. La actriz Chloe Moretz, a la cual pronto veremos encarnando a una vampira en el remake americano de Déjame Entrar, la película nórdica que triunfó el año pasado en los festivales de cine de género, está más que brillante. La jovencísima actriz que cuando se rodó la película sólo contaba con 11 primaveras se mueve con soltura interpretando tanto a una niña de su edad, dulce e infantil como a una fría y eficaz máquina de matar que elimina a sus adversarios con una precisión alucinante. Aparte de destacar a la actriz, otro punto que hace que la película haya sido un éxito es su ritmo y una banda sonora magnífica. Los temas, acertádamente escogidos hacen un repaso a algunos de los grupos de pop-rock más actuales (entre ellos Mika) y le dan un ritmo trepidante a las escenas más intensas del film (ver la acción punitiva de Big-Daddy cuando entra en el almacén o el rescate llevado a cabo por Hit-Girl en el tercio final de la película). Algunos sectores han criticado la falta de moralidad de la película, en la que aducen que se ensalza la violencia gratuita o se muestra de forma cómica como a una niña inocente se le educa para matar sin remordimientos. Desde luego yo no recomendaría esta película para niños (ni mucho menos) pero para los espectadores adultos con un mínimo de inteligencia Kick-ass puede resultar una experiencia cinematográfica de lo más refrescante y estimulante...y con un poco de suerte podrán diferenciar lo que es el mundo real y lo que es una película de superheroes en la que se busca un objetivo fundamental...entretener, no dar clases de moralidad. Para eso ya tenemos Educación Para la Ciudadanía.