La agente norteamericana Salt interroga a un agente ruso, que se ha entregado a las autoridades americanas y pretende dar información muy valiosa sobre unas supestas operaciones secretas. Según confiesa, una agente doble llamada Evelyn Salt tiene la intención de asesinar al presidente de Rusia en el transcurso de una visita a Estados Unidos iniciando un conflicto entre ambas potencias. Salt se declarará inocente y tratará de huir poniéndose en duda su inocencia.
La famélica Angelina Jolie protagoniza este trepidante thriller de acción, y a pesar de su escualido físico consigue dar el pego como agente especial capaz de destrezas físicas que dejarían boquiabierto al mismísimo Bruce Lee. La película sigue la moda del cine de agentes especiales, agentes dobles y pseudo James Bonds a tutiplen, con caracaterísticas muy similares a las de la exitosa y excelente saga de Jason Bourne.
No alcanza esta película las cotas de poderío visual de la trilogía de Matt Damon, pero sin embargo nos ofrece un entretenido espectáculo pirotécnico que ameniza de forma continua sus 100 minutos de duración, no sólo ésto sino que además nos ofrece unos giros argumentales a lo largo de su metraje que nos van a sorprender al menos en dos oscasiones. El final de la película deja la puerta abierta a una secuela, que en mi caso iré a ver encantado.
Nota: 7,5
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